Iara Sporn

El celular, objeto que todos usamos. Esta cosa se convirtió en una especie de adicción para mi. Me descuido un segundo y aparece en mi mano; me descuido un segundo y pasaron 4 horas de un loop constantes de videos y redes sociales. Es lo primero que agarro al levantarme y lo último que veo al dormir.  En la imagen trate de mostrarme avergonzada de mi "adicción", por eso estoy escondida abajo de las sábanas. A su vez, la pantalla del teléfono esta enfocada, pero su contenido parece estar medio borroso para representar todo el contenido que puedo llegar a consumir en un tiempo muy corto. La luz proviene únicamente del celular para que este sea el foco de atención de la imagen. Otras fotos que saqué:

  Te amo. Sos la cosa que me ayuda siempre.  Cuando estoy triste y no quiero pensar en nada, recurro a vos. Cuando estoy cansada y estoy harta, recurro a vos. Cuando siento que el mundo se viene abajo recurro a vos. Cada vez que me acuesto en mi cama siento una especie de felicidad, tranquilidad; siento como si esta me fuese a ingerir, o como si me estuviese hundiendo en ella a medida que pasa el tiempo.   Siento que con estas fotos puedo mostrar este desorden cómodo, la satisfacción que siento al tirarme después de cursar todo el día, el amor que tengo por esta cosa que me ayuda tanto. Durante mucho tiempo fue, y lo sigue siendo, mi espacio de protección.  Creo que la luz que entra por mi ventana ayuda a darle esa sensación de alegría, o por lo menos eso es lo que siento cuando veo la luz del mediodía pegar sobre ella.

Al comienzo de la cuarentena me encontré con el trabajo de Karman Verdi. Este fotógrafo creo una serie de imágenes; imágenes que juegan con esta nueva realidad en la que vivimos. Me transmite mucha tristeza, enojo, impotencia. No poder ver a ciertas personas porque tratamos de protegerlas de este virus. No poder salir con tranquilidad a la calle como antes. No poder abrazar a un amigo, un familiar. Me genera tanto enojo el hecho que hay gente que no se toma esta situación enserio y, si seguimos así, siendo egoístas el uno con el otro, jamás vamos a volver a lo que conocíamos como "normal". Capaz la vida nunca va a ser como la conocíamos. El tono azul también contribuye a esta idea de soledad, la falta de tacto, calor con otra persona a causa del distanciamiento social.